martes, 22 de septiembre de 2009

LABERINTO

Sin darse cuenta Ayo descubrió un día, que su mente había entrado en un laberinto, daba vueltas y más vueltas hasta por momentos trepaba las paredes y buscaba la salida.
No estaba sola, su compañera Miga no la perdía de vista. Aunque durante instantes, la miraba y se preguntaba que cosas locas andarán saltando ahora por esa mente liberada.
Ayovi sentía que nada de lo que le sucedía era casualidad, todo la conducía a pensar en una sola persona. Ese joven silencioso que seguía sus pasos, siempre desde lejos, sin posibilidad de cruzar el abismo que Ayo le marcaba.
Por momentos pensaba que la razón la abandonaba, que era imposible que sus locas ideas sean ciertas. Cada noche miraba a la luna, y buscaba alguna soñada respuesta. Sentía que ese otro ser guiaba algunos sucesos que ha ella le pasaban.
Igual ella seguía con su vida, con su familia, sus amigas, su trabajo, sus sueños, placeres y deseos. Cada día abría sus ojos y miraba al cielo, siempre buscando aprender algo nuevo.
Un día un ser desconocido busco su amistad através de Internet, Ayo acostumbrada a ser amistosa con las personas lo acepto, no dudo de su nuevo conocido.
Fueron sumando sus intercambios en distintos espacios, siempre a lo lejos con la computadora de por medio.
Una noche lo encontró en el segundo espacio donde lo había aceptado, y amablemente lo saludo, cruzaron pocas palabras, y ese ser le dijo que se tenía que ir, así que se despidieron.
Unos días después lo encontró a la tarde, y él no le contestó, automáticamente se desconecto, Ayo solo pensó que era un loco, pero la curiosidad la llevó a entrar en el espacio de él y descubrir que cada cosa que le había dicho en la primera charla era mentira, no vivía donde le dijo y también encontró una lista que ella dió categoría de rara, muchos nombres de mujeres formando un largo directorio, donde describia algunas características de esas personas. Por algún motivo, en ese momento la cabecita de Ayo, pensó este ser desconocido y mentiroso debe ser policía, y ahí comenzó a transitar por un laberinto. Era una investigación personal y fue abriendo todas las posibles líneas hipotéticas que su creativa mente le permitía.
Paso por tantas subidas como bajadas, mientras transitaba este camino. Por momentos dejaba descansar un poco su imaginación, y disfrutaba el momento que le tocaba, aunque no lograba olvidar que era lo que la llevaba a vivir esa situación, entrego su cuerpo y alma a esa loca causa.
Sospechaba de todo y de todos, igual nada la detenía.
Es más en un momento creyó que era una forma de superar el silencio que personalmente vivía con ese hombre que tanto la atraía. Ahi, comenzó a sentir, que el espacio los habia conectado através de Internet, y de esta forma podían empezar a decirse algunas cosas.
Con el paso del tiempo, llego a sospechar que esta persona tenía varias caras, que se iba diversificando, que era empleado, que hacia relaciones públicas para varios locales nocturnos, hasta penso que era un estudiante sin trabajo, y además lo vinculó con un desconocido que solo aparecia con nombre de animalito.
Pero, algo hacia que siempre pensara que era ese otro ser silencioso que cada día veía, que todos eran uno. O que por lo menos no eran entre ellos desconocidos.